jueves, marzo 28, 2024

Los cambios de temperatura, el aire frío y la contaminación son estímulos a los que las vías áreas reaccionan más allá de lo normal provocando una obstrucción bronquial que puede llegar a desencadenar una crisis asmática, especialmente en los niños.

La vía inhalada es la de elección para la administración de la mayoría de los fármacos empleados habitualmente en el tratamiento de las enfermedades pulmonares obstructivas, como el asma1, ya que entre sus ventajas se encuentra “la rapidez con la que actúan los medicamentos, directamente sobre los pulmones, sin pasar por otros órganos o sistemas, lo que genera muy pocos efectos secundarios”, de acuerdo con Osvaldo Cabrera, Kinesiólogo Jefe del Instituto Nacional del Tórax.

¿Qué ocurre si el inhalador se usa de forma incorrecta?

Sin embargo, la mayoría de las personas presentan dificultades para utilizar correctamente los puff o inhaladores de dosis medida, lo cual es de especial importancia dado que “su empleo incorrecto puede ocasionar que el efecto del medicamento sea bajo o nulo, ya que no va a llegar a la vía aérea, y gran parte se quedará en la boca o en la garganta”, indicó Cabrera.

A pesar de las opciones terapéuticas actuales, casi uno de cada dos asmáticos sigue experimentando síntomas y pueden advertir complicaciones alarmantes del asma, llegando a ser potencialmente mortales1. Muchas de estas muertes pueden evitarse, al igual que varios otros problemas asociados a la afección en niños, como el ausentismo escolar, el incremento de las visitas a servicios de emergencia y hospitalización. Esto es posible sólo si la patología se diagnostica de forma correcta y se aplica un tratamiento complementario adecuado y oportuno.

Existen actualmente nuevas terapias de mantenimiento complementario para la mejoría de la enfermedad, la calidad de vida de los afectados y la disminución de las exacerbaciones en niños y adolescentes en distintos grados de intensidad. Se trata de un broncodilatador anticolinérgico inhalado de acción prolongada, llamado tiotropio, que ha demostrado aliviar los síntomas del asma de forma significativa en pacientes que ya estaban con terapia con esteroides inhalados.

Otra innovación es que se suministra a través un mecanismo inhalador de suave dispersión, que asegura que los niños estén expuestos correctamente al medicamento, llegando a lo más profundo de los pulmones sin necesidad de esfuerzo inspiratorio.

«Si el paciente no usa el puff o el inhalador de forma correcta, continuará con los síntomas, se le indicarán más medicamentos, asistirá a consultas médicas más seguidas, visitará recurrentemente los servicios de urgencias y se pueden generar posibles hospitalizaciones, con los costos asociados a ello”, explicó el especialista.

¿Cómo usar correctamente un puff o inhalador de dosis medida?

De acuerdo al Kinesiólogo Jefe del Instituto Nacional del Tórax, es importante seguir el siguiente protocolo de inhalación o pasos para que un tratamiento realizado con un inhalador de dosis medida, el dispositivo que se usa con más frecuencia, surta el efecto deseado2:

–          Destapar el inhalador

–          Agitar el inhalador vigorosamente antes de usarlo

–          Conectar el inhalador a la aero cámara

–          Botar el aire o exhalar antes de aplicar el inhalador

–          Inhalar lento por la boca, y no por la nariz, y apretar una sola vez el inhalador

–          Aguantar el aire por lo menos durante 5 segundos

–          Botar o exhalar el aire directamente en la aero cámara o retirar la aero cámara y botar el aire

–          Esperar un minuto antes de hacer el o los siguientes puff, dependiendo de la indicación médica

Errores más comunes

Resaltó el Kinesiólogo que entre los errores más comunes que cometen grupos de pacientes pediátricos se encuentran no realizar la apnea o suspensión transitoria de la respiración durante 10 segundos después de inhalar y no continuar inhalando después de pulsar el inhalador de dosis medida. En cuanto a los adultos, los errores más frecuentes son no usar aerocámara (nunca debe usarse el inhalador directamente en la boca), inhalar muy rápido y no realizar una apnea de 10 segundos posterior a la inhalación3.

La enfermedad crónica más frecuente en los niños

El asma bronquial es una enfermedad altamente prevalente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cerca de 300 millones de personas padecen de asma a nivel mundial, siendo la enfermedad crónica más frecuente en la edad pediátrica. Se estima que la prevalencia de asma en Chile, en el grupo de 6 a 7 años, es de 17,9% y en el grupo de 13 a 14 años es de 15,5%4. El asma se identifica principalmente a través de cuatro síntomas, que son tos seca, silbido en el pecho o sibilancias, sensación de falta de airea o disnea y sensación de pecho apretado.

En este sentido, un estudio publicado por la Revista Chilena de Pediatría señala que la tasa actual de hospitalizaciones por asma en Chile en niños de 5 a 15 años es de 7,8 por 10.000 habitantes, observándose una duplicación de ésta entre el 2001 y el 20144.

1 Bateman ED, Reddel HK, Eriksson G, et al. Overall asthma control: the relationship between current control and future risk. J Allergy Clin Immunol. 2010; 125(3): 600-8.

2 Consenso SEPAR-ALAT sobre terapia inhalada. 2013. Archivos de Bronconeumología. ActA Med coloMb Vol. 40 Nº 3. 2015

3 Pablo Manríquez, Ana María Acuña, Luis Muñoz, Álvaro Reyes. Estudio sobre la técnica inhalatoria en pacientes asmáticos: diferencias entre pacientes pediátricos y adultos. 2015. Escuela de Kinesiología de la Universidad de Santo Tomás.

4 Ana María Herrera G.a, Gabriel Cavada Ch.b, Jaime Mañalich M.c Hospitalizaciones por asma infantil en Chile: 2001-2014. 2017.  Revista Chilena de Pediatría.