Luego que el domingo se diera a conocer una carta que el obispo emérito Alejandro Goic le envió al cardenal Ricardo Ezzati y en el que le cuestionaba los encubrimientos de casos de abusos sexuales cometidos por  religiosos, la polémica continúa porque ahora el administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, aseguró que nunca fue enviada a su destinatario.

Ramos señaló que «yo tengo entendido que esa carta nunca fue enviada. Eso me lo dijo don Alejandro Goic. No tengo nada que opinar, porque fue una reflexión personal que hace don Alejandro Goic«.

En ese sentido, el prelado se lanzó en contra del Ministerio Público por filtrar documentos que habían sido incautados desde el arzobispado de Rancagua, señalando que «me parece muy mal que la Fiscalía filtre documentos personales. Si la Fiscalía está filtrando se rompen las garantías«.

La misiva señalaba en una de sus partes que “a veces tengo la impresión, quizás muy subjetiva, que no compartes los criterios de la Comisión Nacional en estos delicados temas. A su vez, miembros de la Comisión manifiestan su disconformidad frente a algunas situaciones que te ha tocado asumir. A mí no me ha sido fácil. Mantener la comunión contigo y respetar y escuchar los juicios críticos de los integrantes requiere un equilibrio complejo. Quizás, es responsabilidad mía, ha faltado provocar un diálogo fraterno, en que, por el amor al Señor y a la Iglesia, conversemos sinceramente y aunemos criterios en materias que han marcado dolorosamente nuestra Iglesia“.

En el documento Goic también señala que «manteníamos en silencio estos abusos de menores, decíamos que eren debilidades humanas, se trasladaban a otros lugares los sacerdotes. Hoy eso se acabó, gracias a Dios. Tenemos conciencia que no sólo es un pecado gravísimo, sino también un delito ante la ley civil«.

A su vez, el vocero de la Red Nacional de Laicos, Osvaldo Muñoz, dijo a radio Cooperativa que «si bien sigue dejando muy mal parado al cardenal Ezzati con esta carta, no es menor que deja mal parado al obispo Goic y a todos los obispos, porque cuando Goic dice en su carta que aquí no se puede seguir trasladando a los sacerdotes acusados de abuso ellos están en el fondo confirmando que a aquel sacerdote a que abusaba sexualmente no se le denunciaba ni menos se le sancionaba, sino que se le trasladaba o se le enviaba fuera del país«.