Los ministros de Justicia y de Relaciones Exteriores, Hernán Larraín y Teodoro Ribera, respectivamente, explicaron este martes la llegada del exfrentista Mauricio Hernández Norambuena, quien se encuentra desde esta madrugada recluido en la Cárcel de Alta Seguridad cumpliendo su pena por el asesinato del senador UDI, Jaime Guzmán, indicando que la sentencia no superará los 30 años para así cumplir con las normas internacionales y de Brasil sobre procesos de extradición.

Ribera dijo en conferencia de prensa conjunta con Larraín que se creó un equipo de trabajo ara evaluar las alternativas de regreso del “Comandante Ramiro” y cumplir con las condiciones establecidas por la Corte Suprema de Brasil en 2004 que indicaba que las condenas no podían mayores de 30 años.

“Revisamos la legislación existente tanto en Chile como en Brasil, vimos también otros tratados internacionales suscritos y vigentes sobre la materia, vimos por otro lado el Mercosur del años 2012, especialmente el artículo 13, vimos tratados de 1937 y luego de Brasil (…) este profundo análisis permitió tramitar de manera ágil y exitosa la anhelada extradición para uno de los culpables del asesinato del senador Guzmán y del secuestro de Cristián Edwards y va a permitir que uno de ellos cumpla su condena en Chile”, precisó.

En ese sentido, dijo que la extradición de Hernández Norambuena es el ejemplo de “nuestro férreo compromiso en la lucha contra el terrorismo. Ministro Larraín hace unos 50 días usted solicitó la vuelta del condenado Mauricio Hernández Norambuena y el Ministerio de Relaciones Exteriores ha colaborado y ha cumplido esas funciones”.

En tanto, el ministro Larraín expresó que lo de Hernández Norambuena “configura a la primera de las personas prófugas de la justicia que finalmente es recapturado, extraditado y puesto nuevamente al cumplimiento de su condena”.

Larraín expresó que cuando un reo no cumple su condena debido a una fuga o la ayuda de terceros, se está burlando de la justicia y de las instituciones, como también provoca que se “hace inviable el Estado de Derecho”.

Ante los cuestionamientos sobre la ilegalidad de la extradición, el titular de Justicia lo negó y señaló que se ha cumplido con todas las normativas internacionales, cumpliendo también con lo establecido por la Corte Suprema.

“En virtud del tratado de 2012 hemos logrado asegurar esta extradición, la que se ha hecho en los términos que este tratado establece que es la pena máxima que se le puede imponer en el país al requiere la extradición, en este caso a Brasil, es la pena máxima que se establece en el país requerido. Esto significa que como en Brasil la pena máxima es de 30 años, la extradición solo es posible si en nuestro país se cumple también esa pena máxima de 30 años”, explicó.

Siguiendo la línea, el titular de Justicia aclaró que esto no fue una decisión del Gobierno de rebajar la condena para traer de regreso a Hernández Norambuena, sino que “ha sido el cumplimiento y obligaciones que emana de un tratado”.

Reconoció que como Gobierno se estaba en una disyuntiva, puesto que se hacía caso al tratado internacional y la normativa de la Corte Suprema de Brasil o no había extradición y “si no había extradición la posibilidad era que Hernández Norambuena, en pocos días o semanas más pasara a un régimen semicerrado, esto es un régimen con reclusión nocturna y libertad diurna, vale decir con el inminente riesgo de fuga dado su historial”.

Larraín también aclaró que el “Comandante Ramiro” deberá cumplir en Chile lo que le resta de la condena, es decir 27 años de presidio efectivo.