Las nuevas ideas siempre nacen de la necesidad. Y en los actuales tiempos en los que la sustentabilidad es justamente una necesidad de primer orden tanto en Chile como todo el mundo, un innovador busca de inmediato una solución al problema, en este caso, alternativas prácticas que permitan reemplazar al plástico en el packaging.

Así, tenemos el caso de GreenIce, la primera bolsa de papel reutilizable para productos congelados del país. Nació como una idea y, tras varias pruebas, finalmente llegó al nivel de impermeabilidad y resistencia que permiten certificar un buen empaquetado para estos productos.

Pablo Pino, el creador de GreenIce, espera que su bolsa de papel pueda llegar a ser un estándar en la industria, permitiendo dar así un giro fundamental hacia la sustentabilidad.

“Soy un fabricante de hielo que hizo una innovación en el packaging” comenta de entrada, mientras explica que la idea partió hace 6 años “buscando una bolsa compostable, que es un polímero más conocido como el PLA, que es de fuentes renovables como la remolacha o la caña de azúcar. Investigamos, nos contactamos con proveedores y trajimos la mitad de un contenedor. Cuando recibimos la bolsa y la testeamos a -18 grados, que es la temperatura en que se maneja el hielo, la bolsa se cristalizaba y se rompía. Es un factor que no vimos en ese entonces, y fue un fracaso, porque apilando el hielo, por el peso, se rompía”.

Pero, como todo emprendedor e innovador, los proyectos se concretan a base de fracasos y, buscando soluciones sustentables a su dilema, “llegamos a la celulosa, que es un material natural, renovable y sustentable”.

Ahora la iniciativa pasaba por llegar a un producto más impermeable y hermético.

“Nosotros tenemos dos canales de comercialización: el canal horeca, que es el pub y el restaurante, donde uno baja del camión el hielo a -18 e inmediatamente se ingresa a una cámara frigorífica o cooler, por lo que no se pierde la cadena de frío. Sin embrago, en el segundo canal, el de retail, el comprador se lleva el producto a su hogar y demora unos 40 minutos, donde si se sufre, aunque sea pequeña, una pérdida de frío, lo que producía un goteo y había que solucionarlo”.

Para enfrentar este dilema, Pino conjugó factores que ya estaban en el mercado para lograr esta innovación. “La nueva bolsa no mantiene el hielo, pero nos entrega los mismos parámetros que el plástico, y así te damos a elegir entre contaminación o sustentabilidad”, recalca.

Y aunque su foco es la venta de hielo e innovaron en el packaging, Pino asegura que “la recepción ha sido tan buena que hoy nos están pidiendo la bolsa pensando que nosotros somos fabricantes de las mismas y hoy queremos sentarnos a evaluar esto, ya que para toda la industria alimenticia sería una revolución tomando en cuenta de lo que está pasando con el plástico”.

Así pronto esperan hacer pruebas vinculadas a industrias de alimentos congelados que han mostrado interés en el producto. “Así, estamos generando conciencia sustentable”.

Agrega que “en Chile se está reciclando apenas el 8% de las 900 mil toneladas de plástico que se consumen anualmente en el país; entonces, sería un tema muy potente poder llegar a difundirlo masivamente”.