Como una señal positiva para los gendarmes calificó el ministro de Justicia, Hernán Larraín, la revocación de la prisión preventiva contra Héctor Palma, gendarme formalizado por apremios ilegítimos contra los dos ciudadanos ecuatorianos que mataron a golpes a una mujer en el Barrio República.

“Para los gendarmes es una señal positiva, porque se han sentido un poco cuestionados a propósito de esta detención y por eso va a ser bien leída por sus dirigentes”, dijo el secretario de Estado.

Junto con la decisión, comentó las reuniones de trabajo que comienzan mañana y dijo que en estas se verán temas generales, como las inquietudes de los funcionarios de Gendarmería, su situación, la carrera funcionaria, las pensiones y condiciones de trabajo que buscarán resolver. “Gendarmería es una institución que ha tenido lamentablemente un abandono en las prioridades nacionales y queremos revertirlo. Nos interesa la situación de quienes trabajan ahí, la situación de los internos para que puedan ellos tener condiciones de dignidad y sobre todo que Gendarmería se refocalice a la reinserción social”.

Sobre la decisión del Juzgado de Garantía que dejó en prisión preventiva al gendarme, el ministro dijo que no le corresponde hacer juicio de las labores que hacen instituciones autónomas.