viernes, marzo 29, 2024

Gobierno lanza otra vez campaña por el agua y sigue sumando esfuerzos desconectados y con poco impacto

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El Gobierno lanzó en la Moneda una nueva campaña para hacer frente a la crisis hídrica nacional, llamada “Chile se está secando», a través de la cual pretende incentivar en la población el cuidado del agua, ello en el marco de una de las peores sequías que ha vivido el país.

Una vez más, el gobierno quiso alinear a los ministerios asociados con el tema hídrico, teniendo presentes a Obras Públicas, Agricultura, Energía, Ciencia y Tecnología y, también, a Segegob, aunque se echó de menos a la titular del Medio Ambiente, subrogada en la actividad por el subsecretario Felipe Riesco.

Y si de detalles se trata, mientras las autoridades se expresaban en torno a la sequía creciente, la pileta del patio de Los Naranjos funcionaba normalmente.

Campaña ciudadana

 El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, explicó que «este es el undécimo año consecutivo que la región Metropolitana tiene sequía«, lo que se ha transformado en una situación grave y que requiere modificar los hábitos de consumo de agua.

«Esto es un llamado para todos: para las familias, para las empresas, para los agricultores, para la minería. No podemos evitar la sequía, pero trabajando juntos podemos disminuir los efectos«, expresó.

En ese sentido, el llamado de la autoridad es que a todos los consumidores disminuyan el consumo del agua, ya que todos los pronósticos indican que la zona centro del país va a seguir teniendo altas temperaturas en lo que queda de verano y en los años próximos.

Por otra parte, el titular de OO.PP. detalló que «tenemos tres sectores donde el tema del agua es el más crítico. Uno son las ciudades y el abastecimiento del agua potable, y por esa razón se están haciendo importantes inversiones, particularmente en Santiago y Valparaíso, que tienen más población en la zona afectada».

En ese sentido añadió que estas ciudades «están siendo afectadas muy fuertemente en los cursos superficiales desde donde obtienen una parte importante de su abastecimiento», y por ello es que a través del financiamiento del Gobierno se pretende «asegurar no solamente el abastecimiento de hoy, sino que el de los años siguientes».

«Necesitamos obras, porque todo indica que esta situación va a seguir siendo permanente», acotó.

Por otro lado, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, aseguró que la sequía es un «terremoto silencioso» que ha tenido tres grandes efectos.

El primero de ellos es la muerte de 100 mil caprinos en la región de Coquimbo, la disminución de las abejas en todo el país y, por último, las 17 mil hectáreas afectadas por incendios en esta temporada, cifra que ha aumentado exponencialmente.

Por otro lo anterior, es necesario asegurar el agua para la temporada de riego y así evitar nuevos y más prolongados efectos.

Campañas con escaso eco

Prácticamente desde el inicio de su actual administración hace casi dos años, el gobierno del Presidente Piñera ha lanzado en forma periódica diversas campañas y planes para gestionar el recurso hídrico a nivel nacional.

Pero en este período no se pudo consolidar una verdadera campaña transversal que refleje una acción de gobierno planificada, existiendo por el contrario sólo una serie de campañas aisladas que responden a una intención gubernamental.

Así, y reconociendo los efectos cada vez mayores de la sequía en el norte y centro del país, ha tratado de involucrar a la población a través de diversas iniciativas aparejadas a los ministerios del Medio Ambiente, Agricultura, Energía y Obras Públicas, conformando mesas de trabajo intersectoriales que involucran al sector privado. Pero para la población de las zonas afectadas, se trató de mucha parafernalia y poco acto concreto en terreno, mientras las ciudades seguían el consumo desatado de agua y las grandes propiedades agrícolas no rebajaban su uso.

Pero cada campaña surge con escasa referencia a los esfuerzos paralelos. Medio Ambiente puso eco en la COP25 pero desde una perspectiva más bien superficial, y pudimos ver a la ministra Schmidt en la ducha dando lecciones sobre cómo ahorrar agua en el consumo domiciliario. Agricultura detectaba las causas, pero no pudo articular una verdadera respuesta efectiva más allá de mesas de trabajo nacionales y regionales, y OO.PP. lanzaba, como cada fin de año, campañas para racionalizar el uso de agua en los hogares, pero poco y nada se veía para los grandes usuarios agrícolas, mineros e industriales.

La crisis implicó que la propia Presidencia saliera a anunciar a principios de septiembre un plan de acción para combatir la escasez hídrica en el país, que contemplaba una inversión de US$ 5 mil millones, centrado en “tecnificar” el riego en el sector agrícola, con la idea de extender su utilización para así aumentar el ahorro de agua. Y junto con el anuncio de una serie de decretos declarando emergencia hídrica en varias comunas y regiones, el mentando plan contempló en primera instancia la instalación de una mesa de trabajo junto a representantes del Congreso, la academia, gremios empresariales, y trabajadores campesinos, mientras el Presidente aseguraba que el consumo de agua estaba asegurado para esta temporada, en tanto que el plan apuntaba a garantizar la disponibilidad de agua en el largo plazo.

El efecto público más notorio fue el traslado de animales desde las zonas afectadas algunas comunas de Santiago y el sur del país. Una vez más, una medida más efectista que efectiva.

Con el estallido social, los pocos planes en curso perdieron impulso y se desarticularon. Las campañas ciudadanas en el contexto de la COP25 desaparecieron (y la propia COP se tuvo que ir del país) y numerosos recursos y energías se tuvieron que redestinar, mientras que de las reuniones (que se siguieron desarrollando pese a todo), poco y nada se supo públicamente.

Recién en diciembre, con la temporada de verano ad portas y con las amenazas a la sobrevivencia de la ganadería y agricultura de pequeños propietarios pendiendo amenazadoramente entre Atacama y Maule, el gobierno volvió a impulsar su agenda, aprovechando además la disminución de la presión desde las protestas ciudadanas.

De esta forma, apenas el pasado 19 de diciembre, los mismos ministros Moreno y Walker, anunciaban “nuevas medidas para enfrentar la crisis hídrica que afecta al país”, señalando incluso que “no sería responsable” descartar la opción del racionamiento de agua, esto último pese a que ahora no quisieron jugarse por esta posibilidad.

Y, poniéndose el parche antes de la herida, ya anunciaban que en los siguientes días se presentaría una nueva campaña pública sobre la importancia del uso racional del agua y de la necesidad del ahorro del agua, con prácticas cotidianas como tener duchas más cortas, reparar o cerrar bien las llaves, regar de noche, o reutilizar el recurso.

Recomendaciones

Pero, independientemente de las eventuales descoordinaciones gubernamentales y la realización de campañas sobre campañas con eco discutible en la ciudadanía, el evento de este viernes también fue la instancia para presentar el sitio Cuidemos el Agua, que posee una serie de recomendaciones para realizar a diario en casa y así disminuir el consumo hídrico en los hogares.

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