Académicos de la U. de Talca proponen usar Bonos Soberanos en vez de endeudarse con el FMI

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La actual pandemia ha provocado en el país una grave crisis social y económica, además de sanitaria, por lo que el Gobierno ha debido desembolsar grandes sumas de dinero desde las arcas fiscales para implementar medidas. Esto ha provocado un déficit presupuestario en el país, por lo que el endeudamiento parece ser la mejor alternativa para subsanar aquello. En este contexto, académicos de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Talca destacan que utilizar bonos soberanos como instrumento de deuda es la mejor alternativa, puesto que el país aún tiene una buena capacidad de endeudamiento y además, dicen, es la vía más rápida.

Endeudamiento de alrededor de un 5% del Producto Interno Bruto (PIB) con la idea de ir gastando aproximadamente 670 millones de dólares mensuales en promedio en un horizonte de 18 meses

Paulo Cox, académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), señala que “Chile aún tiene capacidad para endeudarse y es la mejor alternativa para poder financiar muchos de los gastos que vamos a requerir para poder cubrir necesidades de muchas personas, familias y empresas que están viviendo un momento muy delicado”.

Según el experto, la historia indica que en Latinoamérica es completamente criticable pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), porque los gobiernos tuvieron malas experiencias, por eso se acude a los bonos soberanos, que son un instrumento de deuda que usan los estados en los mercados para obtener dinero que permite financiar servicios gubernamentales y déficits presupuestarios. En esencia, este bono es un título que indica un monto que se ha prestado (al gobierno que solicita el dinero), la tasa de interés a la que se presta y los periodos de cobro del mismo.

Cox, quien fue economista senior del Banco Central, indica que la denominada Mesa Social – que está conformada por expertos en materia macroeconómica, exministros de Hacienda, el expresidente del Banco Central, José de Gregorio, entre otros- propone un endeudamiento de alrededor de un 5% del Producto Interno Bruto (PIB) con la idea de ir gastando aproximadamente 670 millones de dólares mensuales en promedio en un horizonte de 18 meses.

“Ese tiempo yo lo extendería más y optaría por endeudarme un poco más, hasta un seis o siete por ciento, y le pondría un horizonte de dos años, para ser un poco más conservador”, indica Cox.

Por su parte, Gabriel Pino, también académico de la FEN UTalca, expresa que “hoy Chile tiene unas tasas muy elevadas de déficit fiscal y lo más probable es que esto aumente y la contingencia requiere que eso siga creciendo, por lo que no se ve otra alternativa más que endeudarse”.

Pino asume que el país tiene una ventaja: “Chile en términos relativos a los países emergentes o vecinos tiene menor riesgo y, por lo tanto, puede acceder a tasas bajas de créditos y bonos soberanos que eventualmente pueda vender el gobierno”.

Otras vías que se han comentado en el sector económico es el aumento de impuestos y al respecto el académico señala que “parece ser bastante impopular y podría tener efectos negativos mayores a los que se esperan con la crisis”. Además, propone “hacer la estructura impositiva más eficiente, ya que hay bastantes impuestos que no se recaudan, porque hay evasión. Entonces hay que poner más ojo en la fiscalización”.

En Latinoamérica es completamente criticable pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), porque los gobiernos tuvieron malas experiencias, por eso se acude a los bonos soberanos

¿Hacia dónde destinar los posibles nuevos recursos? “Hay una parte importante que se va a ir como transferencia a las personas que más lo necesitan, para que puedan subsistir en este periodo. Una fracción de estos fondos también se debería destinar a la protección del empleo, porque eso es lo que al final mantiene este motor andando. Que las pymes puedan subsistir durante este periodo”, enfatiza Pino.

Reducir la incertidumbre

Paulo Cox indica que la actual incertidumbre que hay en el país se debe a la pandemia, pero además, se suman dos fenómenos que han afectado: la sequía y el estallido social.

En esta materia Cox indica que cuando las autoridades estudien el plan de acción a ejecutar por parte de las autoridades, se debe hacer una propuesta de cómo se va gastar esa plata y en cuánto será el endeudamiento: “lo primero que debemos ponernos de acuerdo es no discutir esa propuesta para así tener certezas. El plan de acción en materia económica debe ser claro como el agua”.

Por su parte, Pino manifiesta que la incertidumbre es el efecto más negativo que han tenido los mercados internacionales y el país, ya que “está la duda que puedes perder tu trabajo o que la empresa va a quebrar en unos meses. Eso provoca que se frenen inversiones o que la gente no compre y si las personas no consumen ciertos productos, el pequeño y mediano empresario lamentablemente va a estar en serios problemas”.

Por su parte, Cox profundiza que en la actual situación “el gobierno tiene una responsabilidad mayor porque tiene que comunicar bien y las propuestas deben ser de largo plazo para que el horizonte quede asentado (…) Este acuerdo deber ser claro para todos, porque eso va a disminuir la incertidumbre que es una de las fuentes principales de problemas económicos”.

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