Mujeres Cascos Azules en las Operaciones de Paz y en el manejo de la crisis por la pandemia del Coronavirus

En 1993, las mujeres representaban el 1 % del personal uniformado desplegado. En 2019, alcanzó el el 4,7 % del personal militar y el 10,8 % de los efectivos policiales en misiones de mantenimiento de la paz.

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Las mujeres están desplegadas en todos los ámbitos (como efectivos policialesmilitares y civiles) y han repercutido positivamente en los entornos de mantenimiento de la paz, incluso en el apoyo al papel de las mujeres en este ámbito y la protección de los derechos de la mujer, estaca la ONU en un reporte oficial.

En todas las áreas del mantenimiento de la paz, las mujeres han demostrado que pueden realizar las mismas tareas, al mismo nivel y en las mismas condiciones dificultosas que sus homólogos masculinos. Reclutar y conservar a mujeres en el mantenimiento de la paz es un imperativo operacional.

En 1993, las mujeres representaban el 1 % del personal uniformado desplegado. En 2019, de las 95.000 personas que conforman el personal de mantenimiento de la paz, las mujeres representan el 4,7 % del personal militar y el 10,8 % de los efectivos policiales en las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.

Aunque las Naciones Unidas alientan y defienden  la designación de mujeres en puestos de personal uniformado, la responsabilidad del despliegue de mujeres en la Policía y las Fuerzas Armadas recae en los Estados Miembros. La División de Policía de las Naciones Unidas emprendió la iniciativa «Esfuerzos globales» para reclutar más mujeres policías en los servicios de policía nacionales y las operaciones policiales de las Naciones Unidas en todo el mundo. Para 2028, se ha establecido un objetivo del 15 % para las mujeres que sirven en contingentes militares y del 25 % para las observadoras militares y las oficiales de Estado Mayor.

Durante un patrullaje anti-coronavirus en la República Centroafricana, una oficial de policía de la ONU de Indonesia explica la importancia de las medidas de barrera para prevenir la propagación. FOTO:MINUSCA

El personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas se enfrenta a uno de sus mayores desafíos: la pandemia de la COVID-19. Asiste a los Gobiernos y las comunidades locales en la respuesta a la pandemia y continúa adaptando sus actividades para ejecutar sus mandatos, incluida la protección de las comunidades vulnerables.

Las mujeres que trabajan en el mantenimiento de la paz se encuentran en primera línea de batalla y participan en la respuesta a la COVID-19, así como en la implementación de los mandatos de las misiones, respetando las limitaciones actuales y adoptando todas las medidas de precaución aplicables.
 

¿Por qué es importante tener mujeres entre el personal de mantenimiento de la paz?

Las mujeres incrementan la eficacia del mantenimiento de la paz. Mejoran el rendimiento general del mantenimiento de la paz, tienen mayor acceso a las comunidades, contribuyen a la promoción de los derechos humanos y la protección de los civiles, y alientan a las mujeres a participar activamente en los procesos políticos y de paz.

  • Mejora de las operaciones y el rendimiento: una mayor diversidad y un conjunto de habilidades ampliado se traduce en una mejora de la toma de decisiones, la planificación y los resultados, lo que conduce a un aumento en la eficacia operativa y el rendimiento.
  • Mejora del acceso: las mujeres que trabajan en el mantenimiento de la paz pueden acceder más fácilmente a la población, incluidas las mujeres, así como las niñas y los niños (por ejemplo, entrevistando y apoyando a supervivientes de la violencia de género e infantil), por lo que generan información crítica que de otra manera sería difícil de obtener.
  • Reflejo de las comunidades a las que servimos: la diversidad en el mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas permite involucrar a todos los miembros de las comunidades a las que debemos proteger. Fomento de la confianza: las mujeres que trabajan en el mantenimiento de la paz facilitan el fomento de la confianza entre las comunidades locales, y contribuyen a que las mujeres locales cuenten con un mayor acceso y apoyo, por ejemplo, interactuando con mujeres en sociedades en las que estas no pueden hablar con los hombres.
  • Contribución a la prevención y mitigación de los conflictos y las confrontaciones: la diversidad en el mantenimiento de la paz ayuda a abordar los efectos desproporcionadamente negativos que tiene el conflicto en la subsistencia de las mujeres, así como a poner sobre la mesa nuevas perspectivas y soluciones, abordando de manera eficaz las necesidades de las mujeres que se encuentran en situaciones de conflicto y posteriores a conflictos, incluidas las de las mujeres excombatientes, así como las niñas y los niños soldados, durante el proceso de desmovilización y reintegración en la vida civil.
  • Inspiración y creación de modelos: las mujeres que trabajan en el mantenimiento de la paz actúan como influyentes mentoras y modelos para las mujeres y las niñas que se encuentran en situaciones posteriores a conflictos en la comunidad de acogida, sirviéndoles de ejemplo para que defiendan sus propios derechos y desarrollen carreras profesionales no tradicionales.

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