Análisis: Elecciones bolivianas

El sistema electoral señala que si un candidato obtiene mas del 40% y una distancia mayor de 10 puntos respecto del segundo, gana en primera vuelta. Si no, hay ballotage.

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Este domingo 18 de Octubre Bolivia elegirá Presidente y Congreso.  A casi un año exacto de las fallidas elecciones del 20/10 del pasado año, que culminaron con la renuncia de Evo Morales, poniendo fin a 14 años de permanencia en el poder.  

Se inició un difícil momento, mas de 30 muertos y centenares de heridos, que solo culmino cuando mediante un acuerdo amplio se designó un gobierno de transición, encabezado por la segunda vicepresidenta del senado, Jeanine Añez, para que en el plazo de 90 días organizara nuevas elecciones.  En la interpretación de lo hechos no hubo ni hay acuerdo, hasta la fecha para algunos en las pasadas elecciones hubo fraude por parte del gobierno de Morales, para otros, hubo un  golpe de estado que terminó instalando un gobierno de facto.  

Se estructuró un nuevo Tribunal Supremo Electoral, órgano autónomo encargado de llevar adelante las elecciones.  Estas se postergaron un par de veces, por razones de la pandemia según las autoridades, por un afán prorroguista según el MAS.  Este último se reorganizó relativamente pronto y logró que las elecciones quedaran inamovibles para este próximo 18 de octubre.  Para ello demostró su fuerza social, expresada en paros y movilizaciones, también en cortes de carreteras y bloqueos. Mostró fuerza pero también revivió para algunos el temor de su retorno al poder. 

Para las nuevas elecciones se presentaron 7 candidaturas, entre ellas las de la propia presidenta interina, en una poco explicable decisión.  Rompiendo sus propias promesas y subordinando su misión principal: la de organizar y garantizar las nuevas  elecciones.  Pero empezaron a caerse algunas.  Empezando por la interina cuya popularidad se ha desplomado, siguió el ex presidente Tuto Quiroga, y mas tarde la Alianza Democrática Nacionalista también depuso su candidatura.  Estas últimas fueron candidaturas que nunca despegaron.

¿Que dicen las encuestas?

En Bolivia hay varias y buenas empresas encuestadoras.  La mayoría le otorga a Luis Arce, candidato del MAS el primer lugar, con cifras entre el 35-40%.  Le sigue el ex presidente Carlos Mesa, candidato de centro, con una media superior al 30%.  En tercer lugar asoma Fernando Camacho, líder cívico de Santa Cruz, con una media entre 13-17%.  

El sistema electoral señala que si un candidato obtiene mas del 40% y una distancia mayor de 10 puntos respecto del segundo, gana en primera vuelta.  Si no, hay ballotage.  Digamos que estamos al borde de que esto se defina el domingo 18.  ¿Por qué?

Las encuestas registran un importante porcentaje de ciudadanos (18-19%) que no expresan opinión: porque dicen que no van a votar, porque no sabenn, porque no responde, o porque están indecisos.  Lo cierto es que no marca preferencia.  Es mucho, los que saben de encuestas señalan que allí hay una buena cuota de “voto secreto”, “voto oculto”, ciudadanos que desconfían.  Esos mismos analistas indican que ahí debe haber una cuota de voto para el MAS.  Asimismo, las encuestas no cubren el voto boliviano en el exterior. 

De estos últimos, en Argentina vota la mayoría: mas de 150.000, bastión del MAS en las ultimas elecciones.  En Chile votan cerca de 33.000, la mayoría en el norte (Arica, Iquique, Antofagasta y Calama).  En una mas que discutible decisión, las autoridades chilenas han prohibido las elecciones en el norte.  Solo permitirán que voten los ciudadanos bolivianos residentes en Santiago (aprox.  3000).  Se esgrimen razones sanitarias, pero la coherencia indica que si eso fuese así, también deberían suspenderse la votación de los ciudadanos chilenos el próximo 25.  En la Cancillería le echan la culpa a Salud, la vergüenza no la puede ocultar nadie.  Agreguemos que a nosotros no nos cuesta, el TSE electoral boliviano ha designado desde hace semanas a funcionarios para que se encarguen de la votación, los colegios que pueden servir de sede están desocupados desde hace meses.  

Volviendo a los escenarios, lo mas seguro es que los tres principales candidatos concurran hasta el final.  Camacho si bien llegará tercero, arrasará en su natal Santa Cruz y quien sea el que gane, tendrá que entenderse con el poderoso departamento “camba”, como llaman en Bolivia a los cruceños. 

¿Arce o Mesa? ¿Nos vamos a la segunda vuelta? 

¿Que predominará en el votante? ¿El temor al retorno del MAS al poder?  Seria repetir el clivaje de la elección de octubre 2019.  Anticipa unidad de todos contra el MAS en la segunda vuelta. Pero al ir divididos,  se corre el riesgo de que Arce gane en primera.   ¿O predominaran las urgencias de hoy? Las que trajo la pandemia: el desempleo, la carestía de la vida, la inseguridad.  Probablemente la decisión de los ciudadanos bolivianos sea una mezcla de todo esto.  

Lo que es claro es que al ser una fuerza organizada, el MAS obtendrá buenas bancadas en ambas Cámaras.  Tendrá fuerza parlamentaria además de la social.   Mesa y su coalición (Comunidad Ciudadana) con el apoyo de todos los que no quieren que vuelva el MAS puede ganar en segunda vuelta.  Obtendría una victoria electoral, pero debería maniobrar para que se transforme en fuerza política y de gobierno, y no corra la suerte de PPK.  

Nuestras autoridades han dicho que desean una Bolivia prospera, estable y democrática.  En eso creo todos coincidimos en Chile, habría que agregarle además el sano principio de no intervención en los asuntos internos y el mutuo respeto.  Por cierto, si queremos ayudar a una Bolivia estable y democrática, lo lógica sería que diésemos todas las garantías para que sus ciudadanos residentes puedan expresar su opinión. 

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