Los ataques incendiarios contra dos iglesias, una comisaría en Puente Alto y saqueos en la violenta jornada del domingo, en el marco de la celebración de un año de producido el estallido social, dejó en entredicho la nueva forma de actuar de Carabineros, ya que las críticas apuntan a que la institución está “dejando hacer” para que los encapuchados puedan realizar desmanes y luego arremeter con personal para controlar las situaciones que se dan en las manifestaciones. Pero esta intervención llega demasiado tarde para algunos que ven como se destruyen inmuebles en actos que pudieron evitarse.
El cuestionamiento a la policía uniformada se da luego que hay testigos que apuntan a que los funcionarios de Fuerzas Especiales abandonaron el lugar que resguardaban, donde estaban las iglesias, para dar “chipe libre” a los desalmados, quienes lanzaron elementos incendiarios que terminaron con los dos inmuebles religiosos destruidos.
“Efectivamente lo que no queríamos tener era un enfrentamiento permanente con estas personas que finalmente termina desgastando a toda una comunidad, termina desgastando a todos nuestros carabineros, termina poniendo en riesgo la seguridad de otras personas y eso fue lo que evitamos”, aseveró este lunes el general Ricardo Yáñez, director de Orden y Seguridad de Carabineros.
Después de producido el estallido social el 18 de octubre de 2019, Carabineros fue puesto en medio del cuestionamiento público por la violencia que aplicaban en contra de los manifestantes, incluso se les acusó de violaciones a los derechos humanos, lo cual quedó establecido en sendos informes hechos por distintos organismos internacionales que comprobaron la veracidad de las denuncias.
Ante estos hechos, el Gobierno en conjunto con la policía desarrolló un nuevo plan para enfrentar situaciones preocupantes. Sin embargo, esto no ha tenido la repercusión que se quería, puesto que, a comienzos de este mes, un adolescente fue lanzado por un funcionario al lecho del río Mapocho, lo cual aumentó más las críticas al accionar de los piquetes que están a cargo del control del orden público y ha motivado a que se alce la voz en la necesidad de realizar una reforma a la institución.
El Gobierno ante estos hechos ha insistido, en cada punto que se hace, en reafirmar que los procedimientos de Carabineros son nuevos como es el perifoneo con los manifestantes, la intervención de Fuerzas Especiales sin uso de escopetas antidisturbios y permitiendo solo el uso de elementos disuasivos como gases lacrimógenos y carros lanza agua.
Tras la jornada de ayer domingo, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, señaló que ante el nivel de violencia se actuó eficientemente con la detención de personas que provocaban desórdenes.
En cuanto a las críticas, Galli dijo que “ni siquiera cuando sugerimos que Carabineros no defendió adecuadamente un lugar donde además, no solo es la iglesia institucional sino que está al frente del monumento a los mártires de Carabineros, de aquellos carabineros que dieron la vida por defender a los chilenos (…) sugerir siquiera que el procedimiento no fue el adecuado o que no se quiso defender esa iglesia, creo que ofende a quienes expusieron su vida para resguardar el orden público y para defender los derechos de las personas”.
En ese sentido, explicó que teniendo más de 500 personas detenidas demuestra que no hubo “inacción” de la policía uniformada y que los carabineros “estaban en terreno, estaban en operaciones y estaban desplegados para evitar todas aquellas cosas que no se pueden medir, que no se pueden visualizar, pero no podemos dejar en evidencia todo lo que se previno y todo lo que se logró evitar que ocurriera todo el daño que ocurrió”.
Por su parte, el director de Orden y Seguridad, general Ricardo Yáñez, precisó que como institución se realizó una planificación para actuar en hechos graves como lo fue el ataque incendiario contra las iglesias y “efectivamente lo que no queríamos tener era un enfrentamiento permanente con estas personas que finalmente termina desgastando a toda una comunidad, termina desgastando a todos nuestros carabineros, termina poniendo en riesgo la seguridad de otras personas y eso fue lo que evitamos”.
En ese sentido, sostuvo que Fuerzas Especiales realizó varias “arremetidas” cuando se producían desórdenes, lo que llevó a la detención de personas, ya que “nosotros actuamos en forma dinámica con una estrategia y una táctica distinta a lo que habíamos hecho habitualmente”.
“No quisimos caer en el juego de los que estaba a un lado y los que estaban a otro lado por horas lanzando agua, lanzando gases, lanzando piedras, eso lo único que generó es que resultaron muchas personas lesionadas en su momento y acá minimizamos los riesgos para no afectar a la gran cantidad de personas que había en el lugar”, sostuvo Yáñez.
