Luego del inicio de la campaña de José Antonio Kast en Calera de Tango este lunes en la mañana de cara al balotaje, el comando de su rival Gabriel Boric organizó aceleradamente una actividad con dirigentes y organizaciones sociales en el Cerro Esperanza de Valparaíso , aprovechando su presencia en el Puerto para participar en comisiones parlamentarias, pero, sobre todo, para no entregarle en bandeja toda la jornada a su rival en la carrera presidencial.

Sin embargo, en esta apresurada salida a terreno, el discurso del candidato se enfocó más bien en sus partidarios cautivos, en vez de los nuevos apoyos que necesita captar para derrotar su rival derechista, recalcándose en la puesta en escena símbolos y valores de la izquierda tradicional por sobre verdaderos mensajes hacia el centro, que es donde probablemente se decidirá la votación el próximo domingo 19 de diciembre.

Así, sobre lo que será la segunda vuelta, el representante de Apruebo Dignidad sostuvo que «hemos estado trabajando en los territorios, no en una oficina en el sector Oriente de Santiago o encerrado en el Congreso, es en el territorio donde vamos a ganar esta segunda vuelta«.

Seguidamente agregó que «el pueblo chileno debe movilizarse por todos los territorios para que la esperanza le gane al miedo y para que podamos construir un Estado y sociedad que nos cuide y donde nos queramos (…) Mejoraremos su cotidianeidad, la salud, la educación, las pensiones y por los derechos de las mujeres. En el otro lado nos quieren hacer retroceder, este proyecto las respeta y el otro las deja de lado y las quiere hacer volver en el tiempo».

Finalmente, sobre la necesidad de sumar los votos de los candidatos que fueron derrotados en las elecciones del día de ayer, Boric sostuvo que «tenemos que llegar a todos los sectores rurales y regiones donde nuestro mensaje no ha llegado. En esta segunda vuelta no podemos darnos el lujo de ningunear y caer en provocaciones, debemos entender a los que votaron por otras alternativas e invitarlos a ser parte de este proyecto, pero por sobre todo a ese 55% de chilenos que no fueron a votar».